Aunque nadie es inmune al cambio climático, algunas poblaciones serán sin duda las más afectadas. La región de Suffolk Norte está especialmente expuesta debido a su proximidad a la costa y al alto porcentaje de población socialmente vulnerable. La subida del nivel del mar aumenta considerablemente la intensidad de las mareas de tempestad y las inundaciones a lo largo de la costa. Al mismo tiempo, el denso desarrollo de la región y los limitados espacios abiertos provocan más inundaciones tierra adentro por lluvias o nevadas. Mientras tanto, el aumento de las temperaturas exacerbado por el efecto isla de calor también pone a los residentes en riesgo de insolación y otras enfermedades graves, en particular a aquellos: sin aire acondicionado en casa, que no tienen coche o trabajan en sectores como la restauración y el paisajismo, con mayor exposición al calor del verano.

Como se ha visto a lo largo de la pandemia de COVID-19, las desigualdades sistémicas profundamente arraigadas suelen dejar a los más vulnerables con menos recursos para prepararse y adaptarse. Lo mismo ocurre con las comunidades desfavorecidas que se enfrentan a los peligros de un clima cambiante. En el año fiscal 22, NSORS llevó a cabo una Evaluación de Vulnerabilidad Social y Equidad para identificar las poblaciones de Suffolk Norte más vulnerables al cambio climático, las barreras que impiden la resiliencia equitativa, y las lagunas en los recursos que podrían proporcionar a los residentes la capacidad de adaptación.